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En el mundo de hoy en día, a pesar del avance de la tecnología prevalece aún el interés de los niños por el entretenimiento en los parques infantiles; ya sean parques mecánicos o parques al aire libre, que son los más beneficiosos.

En la vida es muy importante tener buena salud, para tener una mejor calidad de vida, por ello nos preguntamos: ¿es posible tener una vida saludable? 

Con el ritmo de vida que llevamos en las grandes ciudades, muchas veces resulta una tarea titánica encontrar un momento libre para ejercitarnos, lo que conlleva irremediablemente al desánimo y por consiguiente a la perdida de interés por hacer algo positivo para nuestra salud.

En la actualidad es normal sentirnos fatigados al final de la jornada, ya que son muchos los frentes que demandan por nuestra atención, el hogar, la familia, la pareja, los estudios o el trabajo. Así que llegar al fin de semana sin fuerzas luego de una semana llena de tareas es más que razonable y hasta inevitable.

Cuántas veces hemos pensado ¡ahora sí! Voy a hacer algo para cambiar mis hábitos y empezar a llevar una vida más saludable. Se dice fácil, ¿pero por dónde comenzar?

Tal y como comentábamos en una entrada anterior, el fenómeno del adulto mayor cada día toma más relevancia dentro de nuestras sociedades, ya que ahora tenemos un nutrido grupo de individuos que gozan de una buena condición física y que por razones laborales han pasado a formar parte del ansiado o temido, según se vea, grupo de jubilados.

En un principio, la principal motivación para la implementación de los parques biosaludables en nuestras ciudades era satisfacer al amplio número de personas de la tercera edad que tenían ciertas necesidades que cubrir para su acondicionamiento físico o de rehabilitación terapéutica.

Por medio de la acción se aprende, según afirma el sicólogo y pedagogo suizo Jean Piaget.  Jugando, los niños pueden desarrollar habilidades psicomotoras y aprender a relacionarse con el mundo que les rodea.